Reflexionando sobre el proyecto realizado, nos entendemos como actores sociales de cambio dentro de una sociedad, que se encuentra atravesada bajo un paradigma cultural regido por el software.

 

Como futuras comunicadoras sociales, guiamos nuestra investigación analizando este paradigma e intentando encontrar aportes que acompañen el momento cultural que estamos atravesando.

 

Nuestra principal meta fue el entendimiento de cómo casi todas nuestras prácticas se encuentran mediadas por el software y los riesgos de no ser conscientes del flujo de datos personales que circulan por las redes, sus usos y quienes manejan esa información.

 

Por tal motivo, seleccionamos como práctica social para nuestro proyecto, el acto de comer o pedir comida; una de las prácticas más básicas en nuestra vida diaria.

 

Al haber analizado los contenidos de la materia y el proyecto en sí, nos propusimos visibilizar el contenido de esa “caja negra”, intentando concientizar (nos) a los/as usuarios del tráfico de datos, haciéndolos/as actores-productores que interactúen con la información, que puedan ver esos datos y sus usos.

 

¿Hasta dónde podremos lograrlo?, no lo sabemos. Consideramos que el entendimiento de las tecnologías que utilizamos, sus posibles impactos o implicancias en nuestras vidas; puede darnos algún tipo de independencia o al menos, saber que elegimos ser dependientes de ellas.